Durante los años que he pasado aprendiendo varias técnicas terapéuticas, yoga, tai chi, etc y los años que he impartido cursos en la misma área, no pude no observar que todo el mundo que se interesa en la curacion está buscando LA TERAPIA, aquella técnica maravillosa que puede resolver cualquier tipo de problema en un tiempo record, le funcione a todos y que la solucion sea permanente.
Conocí a todas estas personas y más, estudie con ellos, los observe. Todos, sin excepciones, tienen su limitación. Cuando hablo de limitación me refiero a que no podían resolver ciertos problemas, había pacientes que no respondían. La situación no mejoraba para algunos casos.
Esto me llevo a pensar que no hay una solución universal. El secreto no está en la técnica, igual no está en el terapeuta, está en el paciente. Cada uno de nosotros tenemos zonas que nos afectan más que otras, algunos estaremos más sensibles al tratamiento energético, algunos al contacto, otros a lo mental. Depende mucho de cada personalidad y de cada constitución. A mí por ejemplo me funcionan poco o nada las Flores de Bach aunque soy un fan de esta terapia, he notado que no me genera cambios importantes. A otros les funciona mucho esto y no les funciona otra cosa. ¿Qué tal si en vez de pensar en la solución universal pensamos en la unicidad de cada paciente?
En cierto momento de mi búsqueda personal he encontrado una terapia que ponía el
paciente en el centro del tratamiento, no al conocimiento del terapeuta. Para
mi sorpresa el cuerpo de la persona es capaz de indicarte como se generó su
problema y donde se localiza en el presente. Cuál es la emoción que le corresponde.
La posibilidad de tratarlo a todos los niveles. Cambiar las emociones sin
hablar de ellas. Se llama kinesiología holística.
Cuando llegue a estudiar la
Kinesiología Holística en España me encanto por esta misma razón. Combina
muchas técnicas terapéuticas y básicamente todo lo que estudiaste previamente te lo permite incluir en el protocolo (aunque no
es necesario, con todo lo que te ofrece la técnica vas a tener un montón de
opciones). Además el mismo paciente te va indicando a través del reflejo
muscular involuntario que es lo que le funciona y que no, en qué orden y por
cuanto tiempo. Es como tener un GPS para orientarte en el laberinto de cada persona,
en sus sensibilidades, en su historia
personal. El tratamiento se vuelve una experiencia única para cada persona. Y
con cada persona el terapeuta se sorprende.
¿Es la kinesiología holística el
remedio universal? Si quieres estudiar Kinesiología Holística en 2014 te puede interesar el DIPLOMADO INTENSIVO DE KINESIOLOGIA HOLISTICA que inicia el 23 de AGOSTO en Guadalajara
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